Hoy vamos a trabajar el concepto de migración que
es el movimiento de una persona o grupo de personas de una unidad geográfica
hacia otra a través de una frontera administrativa o política, con la intención
de establecerse de manera indefinida o temporal en un lugar distinto a su lugar
de origen” (OIM; 2011). Cuando se está hablando de migraciones internacionales
no sólo está el hecho de entrar de un Estado a otro o simplemente transitar por
otros Estados para llegar a destino, algo fundamental le pasa al migrante,
cambia su estado legal, lo que no sucede con las migraciones internas.
Volviendo a las definiciones migratorias, la Organización Internacional
para las Migraciones (OIM) define al emigrante, como todo aquel que deja su
país para residir en otro, e inmigrante a la persona que llega a un nuevo país
para residir. Y finalmente Migrante es el término general y no expresa
movimiento en sí (OIM; 2011).
Tanto los Estados como los organismos internacionales como por ejemplo la
OIM definen y construyen el concepto
migraciones en función de sus necesidades y depende del contexto político,
geopolítico, económico, cultural e histórico. Estos conceptos son netamente
subjetivos y pueden ser compartidos total o parcialmente entre los actores,
aquí entra en juego lo intersubjetivo, o directamente no tener ningún punto en
común, lo que realmente dificultaría resolver cualquier problema que surgiera.
Pero lo que está claro, es que no sólo varían según los Estados que suelen
definir a los migrantes a través de sus normativas y sus políticas migratorias,
también hay que tener en cuenta que varían según los individuos involucrados y
sus vivencias personales; cómo van a interpretar estas normativas al momento de
aplicarlas, interpretarlas o analizarlas. Es realmente muy difícil ser
objetivo, cuando todo está embebido en subjetivismos.
Tanto las personas como las autoridades de los países que generan
migrantes tienden ver al migrante como una persona que se va. Ahora, teniendo
en cuenta esto, hay que sumar la carga emotiva que agregan los que se quedan o
la visión del Estado respecto a estos migrantes; si es algo positivo o negativo
el fenómeno de emigración, un ejemplo negativo es ver al emigrante como un
desertor. Y viceversa, los países receptores y sus poblaciones ven a los
inmigrantes como las personas que vienen, e igual que en el caso anterior, hay
una apreciación positiva o negativa, todo es una cuestión de perspectiva y
contexto, tanto para los ciudadanos del país receptor como para el Estado. Hay
que sumar para el Estado, que uno de los grandes condicionantes para
recepcionar migrantes es el interés de admitirlos y darle las herramientas para
que se radiquen, estos es determinante si son bienvenidos o no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario