Hoy vamos a trabajar El cuarto interés es la más complejo en aplicar (ver los otros posts anteriores para
ver los primeros tres intereses de la
identidad Corporativa del Estado), pero se puede entender en estos términos,
que el inmigrante viene a aportar al país con su trabajo, a satisfacer una
demanda insatisfecha, a la necesidad de mano de obra en ciertas tareas,
contribuyendo al país receptor, aportando al bien común, a un proyecto de país.
Esto se toma como presupuesto para mi análisis, la mano de obra extranjera es vista por la
población receptora ( Argentina en este caso) como que toma un papel
complementario no competitivo con la misma, también existe un debate inicial
sobre si esto es cierto o no, este punto se desarrollará más adelante en otro
posts. Volviendo al presupuesto que no compiten con los locales, los migrantes
vienen a cubrir las labores que muchos de los argentinos[1]
no quieren o desean realizar, ya sea porque son trabajos sucios, peligrosos o
aburridos[2]
(Checkel y Katzenstein 2008; p 3) Katzenstein
los llama migrantes 3 “D’s” por las siglas en ingles Dirty, Dingy o Dangerous.
Son trabajos de alta desprotección socio-laboral y en algunos casos ponen
riesgo la vida, con salarios menores que los nativos están dispuestos a aceptar.
Además se presupone movilidad social, la gente que desempañaba estas labores ya
han progresado a otros trabajos no tan sacrificados. Estos trabajos no sólo se
limitan a la República Argentina sino a mucho de los países receptores de migrantes
como Estados Unidos, España, Italia, Australia, por sólo nombrar algunos. Hay
que tener en cuenta que es una forma de discriminación cada vez mas estructural
aceptar al migrante mientras sólo sea la persona que limpia, corta ladrillo o
cosecha papas, fuera de la vista de la población general.
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